Construcía se une a la asociación MWCC para impulsar la economía circular en Madrid y España
La asociación Madrid Capital Mundial de la Ingeniería, Construcción y Arquitectura (MWCC) se constituyó en marzo de 2020 con el objetivo de potenciar el liderazgo internacional de las empresas españolas y posicionar la ciudad de Madrid y España como referente en el sector, aprovechando las ventajas competitivas que tanto la ciudad como el país tienen debido al ecosistema empresarial desarrollado. Desde MWCC impulsan Madrid y España como destino de inversiones extranjeras, así como un foco de atracción y retención del talento.
Se trata de un proyecto promovido por el Ayuntamiento de Madrid, que tuvo su origen en 2016, pero se materializó a principios del año pasado y del que hoy en día forman parte más de 115 entidades públicas y privadas.
El sector de la construcción es uno de los motores de la economía nacional y madrileña, representando más de un 6% del PIB. Además, es uno de los sectores protagonistas del Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia post-covid. Sin embargo, es un sector que arrastra una carga negativa derivada de las consecuencias que trae para la sociedad y el medio ambiente, siendo uno de los mayores consumidores de materias primas y un gran generador de residuos y emisiones.
Pablo Sainz de Baranda, Director General del Grupo Construcía, declara: “Con la incorporación de Construcía a MWCC queremos contribuir a impulsar la economía circular en la ciudad, desarrollando un futuro más sostenible y beneficioso tanto para la sociedad como para el medio ambiente. El objetivo de esta colaboración es posicionar Madrid como un referente en construcción y hacerlo de forma que genere impacto positivo tanto para el entorno, como para las personas y la economía”.
El pasado lunes 24 de mayo, celebramos el I Foro Construcía – Expansión: “El reto de las empresas ante la economía circular” en el auditorio Rafael del Pino, en Madrid
La apertura del acto fue realizada por José Luis Martínez-Almeida, alcalde de Madrid, quien otorgó detalles sobre la política de economía circular del Ayuntamiento de Madrid: “Por primera vez en el Ayuntamiento de Madrid hay una estrategia de sostenibilidad ambiental: Madrid 360, que consta de 184 medidas de mitigación y adaptación al cambio climático.” Almeida destacó que el reto de la economía circular no es solo de las empresas, “es un reto también del conjunto de la sociedad y de los que tenemos responsabilidades institucionales, para generar las condiciones adecuadas para que la economía circular tenga un marco en el que desenvolverse”.
El evento contó con representantes empresariales de las compañías más importantes a nivel nacional, y Ana I Pereda, directora de Expansión, quien puso de manifiesto los dos ejes del 35 aniversario del diario: sostenibilidad y digitalización.
Pablo Sainz de Baranda, director general y cofundador de Construcía, introdujo el acto haciendo alusión a la gran oportunidad que está generando la economía circular para relanzar el sector de la construcción, y para hacerlo además generando beneficios sólidos económicos, medioambientales y sociales.
Cómo financiar la circularidad y su efecto en la reducción de los riesgos financieros
La primera mesa de debate, moderada por Pedro Biurrum, subdirector de Expansión, tuvo como tema central “Cómo financiar la circularidad y su efecto en la reducción de los riesgos financieros” y contó con la participación de Antoni Ballabriga, director general de negocios de BBVA, Aitor Jáuregui, Managing Director de Blackrock, Xavier Guzmán, director general de Eco Intelligent Growth (EIG) y Eduardo Brunet, CEO y fundador de Greenward Partners.
Aitor Jáuregui, de Blackrock, comentó que “hay mayor armonización en cuanto a las medidas sobre el impacto de la circularidad en los activos. En mercados privados, tanto en venture capital, fondos de crecimiento o préstamos bancarios, el número de fondos verdes se ha multiplicado por 10 desde 2016”.
Por su parte, Antoni Ballabriga apuntó que los cambios que son necesarios para esta transformación son legislativos, de digitalización, de comportamiento de los ciudadanos y de financiación. “A las entidades financieras la taxonomía europea nos va a ayudar a medir la circularidad y de hecho, ya hay herramientas que nos están ayudando con esto”, concluyó.
La circularidad como parte de la estrategia empresarial
En la segunda mesa, moderada por Pablo Sainz de Baranda, se habló sobre “La circularidad como parte de la estrategia empresarial” y se contó con la presencia de Olivier Usureau, Partner Spain de Demeter Partners, Vanessa Prats, vicepresidenta y directora general de P&G, Josu Ugarte, presidente de la zona ibérica de Schneider Electric, y Eugenio Pérez, Head of Construction en Unibail Rodamco.
Vanessa Prats, de P&G, destacó que en los últimos años se ha percibido notablemente cómo el nivel de exigencia del consumidor, en materia de sostenibilidad, ha crecido mucho. “La economía circular es un compromiso de todos; instituciones, gobiernos, empresas y consumidores”, concluyó.
Cómo llegar a la circularidad; implicaciones, riesgos y beneficios
En la tercera y última mesa de debate, moderada por Iñaki Garay, director adjunto de Expansión, se habló sobre “Cómo llegar a la circularidad y sus implicaciones, riesgos y beneficios”. Esta mesa contó con la presencia de Isabel del Pozo, vicepresidenta de asuntos corporativos de Airbus, Nacho García Valdecasas, responsable en Europa para consumo sostenible de Amazon, Juan José Freijó, vicepresidente Global Head de sostenibilidad de Brambles, Soraya Romero, directora de sostenibilidad de Iberostar y Mónica Chao, directora de sostenibilidad de Ikea, quienes nos ayudaron a terminar de dibujar toda una estrategia de economía circular empresarial.
Estamos cambiando nuestra forma de vivir, de consumir. En el futuro no se va a juzgar a las empresas por los productos que fabrican ni se les va a diferenciar tanto por los precios, se les va a juzgar por los valores. Y en esa creación de valores entran términos tan importantes como la sostenibilidad y la economía circular.
Mónica Chao, comentó que “cuando hablamos de economía circular estamos hablando de minimizar la cantidad de materias primas vírgenes que introducimos en los procesos. Estamos hablando de eficiencia y de la calidad de los productos. Es importante abordar lo que viene con ilusión y confianza, esa transición de la economía lineal a la economía circular será la oportunidad de que algo mejor llegará”.
En resumen, fue un encuentro en el que se pusieron en común las diferentes acciones en economía circular y sostenibilidad de las empresas más importantes del mercado nacional y de las instituciones públicas. Todavía queda mucho por recorrer en economía circular, pero vamos en el buen camino y está en la mano de todos avanzar en las estrategias de sostenibilidad.
El Paris Fonds Vert se incorpora con un porcentaje de hasta un 40%, como accionista en Construcía, el grupo constructor español que apuesta por transformar el sector de la construcción bajo el modelo de la economía circular
Construcía, empresa constructora española pionera en el desarrollo de un modelo de construcción circular, anuncia que Paris Fonds Vert se incorpora a su accionariado. Paris Fonds Vert es un fondo de capital expansión enfocado a la inversión en los sectores que aportan soluciones a la transición ecológica de las grandes ciudades. El fondo está gestionado por Demeter Partners y apoyado por la Ciudad de Paris. La inversión permitirá a la compañía continuar su expansión internacional con un foco particular hacía el mercado francés, fortalecer su capacidad de inversión en innovación, así como potenciar su actividad de promoción inmobiliaria circular
Transformar el modelo constructivo hacía la economía circular
Según los datos de la Agencia International de Energía (AIE), los edificios son responsables del 38% de las emisiones globales de CO2 y del 35% del consumo de energía. La construcción, de hecho, es el sector que más residuos genera en la UE. Sobre esa constatación, Construcía ha desarrollado su propia metodología de construcción llamada “Lean2Cradle®Construcia” basada en materiales libres de sustancias nocivas y diseñados de tal forma que puedan ser recuperables tras acabar su ciclo de vida útil. Se trata de un modelo regenerativo, inspirado en la naturaleza y que lucha por convertir los residuos en nutrientes o recursos, así como reutilizar y recuperar los materiales.
A pesar de la situación económica ligada a la pandemia, Construcía ha facturado más de 100M€ en 2020, lo que representa un incremento del +10% con respecto a 2019. La compañía, con una plantilla de 265 empleados, tiene oficinas en Madrid, Barcelona y Lisboa.
Construcía está especializada en la construcción y reforma de edificios de oficinas, data centers, implantación de sedes corporativas, retail, centros comerciales, residencias de estudiantes, colivings, hoteles y en la promoción de edificación circular. Da servicio a clientes que buscan dar un mayor valor futuro a sus activos, así como espacios de trabajos saludables y que favorecen la productividad para sus empleados.
El estudio realizado por la consultora de impacto medioambiental y territorial Carbone 4, resalta que por cada M² construido o reformado por Construcía, se evitan aproximadamente 360 Kg de emisiones de CO2e.
Arturo Fernández cofundador y CEO de Construcía comenta: “Tenemos vocación de servicio y apostamos por la construcción circular. Desde nuestros inicios en 2002, la innovación y la evolución constante nos han convertido en uno de los grupos que más valor aporta en el sector, ofreciendo un servicio de vanguardia en el ámbito de la construcción de espacios, y aportando un valor extra a través del impacto social y medio ambiental. Nuestro posicionamiento es el resultado del esfuerzo de un gran equipo.”
Pablo Sainz de Baranda, cofundador y director general de Construcía destaca: “La entrada de Demeter Partners en el capital de Construcía, supone un reconocimiento al buen trabajo realizado por todas las personas que formamos esta empresa y refuerza nuestro propósito como empresa líder en la prestación de servicios de circularidad.
Demeter Partners es el mejor aliado posible para consolidar nuestro liderazgo como pioneros en Construcción Circular en España y Portugal y nos da la solidez necesaria para continuar la expansión internacional en países como Francia e Italia.”
Olivier Usureau, Partner Spain en Demeter Partners (Paris Fonds Vert) expresa: “Estamos muy ilusionados de poder acompañar a Construcía en su ambicioso plan de expansión. Nos ha convencido su posicionamiento pionero y visionario hacía la economía circular donde va un paso más allá en la sostenibilidad de los edificios añadiendo la circularidad a las mejores certificaciones medioambientales y generando valor a largo plazo para los propietarios de los activos, la gente y la sociedad. Con la inversión del Paris Fonds Vert, Demeter tiene la oportunidad de poner a disposición de Construcía toda su expertise y ecosistema entorno a la sostenibilidad para hacer de Construcía el referente europeo de la construcción circular y para apoyar la transición hacía la sostenibilidad de las ciudades”.
La firma circular nos permite conocer la huella de carbono del edificio, la salud de los materiales instalados, la circularidad y el valor residual
Uno de los principios de la construcción circular es entender los edificios como bancos de materiales, donde se aprovechan al máximo cada uno de los recursos utilizados. Los edificios circulares se diseñan para ser flexibles, reconfigurables y fácilmente desmontables, con el objetivo de facilitar la reutilización y circularidad de los productos y materiales instalados.
En Grupo Construcía, como pioneros en construcción circular, contamos con varias herramientas que nos permiten la gestión circular de los activos. Una de ellas es MyUpcyclea, la plataforma que facilita la gestión de las materias primas de la construcción para su posterior uso y comercialización. Es un software impulsado por Inteligencia Artificial para la gestión de recursos circulares, con la que se optimiza el proceso de reciclaje y reutilización de los materiales.
Para conseguir entender los edificios como bancos de materiales, partimos de los llamados pasaportes circulares de los productos, un documento donde se recoge toda la información necesaria sobre su composición y las posibles vías de ciclabilidad previstas, es decir, los posibles usos futuros que tendrá ese producto una vez termine su vida útil en la edificación.
Cuando se ha introducido la información de los productos a través de los pasaportes circulares en MyUpcyclea, la herramienta los analiza y clasifica en función de 5 criterios medioambientales (no toxicidad, circularidad, energía y carbono, gestión del agua y responsabilidad social), con el fin de garantizar la calidad de los productos que se recuperarán al final de su uso.
Firma Circular del edificio
Teniendo en cuenta toda la información recogida sobre los productos instalados en estos pasaportes circulares, es como se obtiene la llamada firma circular. La firma circular de un edificio nos proporciona información de 4 indicadores:
Huella de carbono
Mide las emisiones de gases de efecto invernadero asociadas a la etapa de fabricación de los productos y materiales que se utilizan en el edificio.
Circularidad
Considera tanto la vida anterior de los materiales integrados en los productos considerados, como los próximos usos posibles de dichos productos. A su vez, considera la desmontabilidad de los productos con respecto al edificio.
Salud de los materiales
Está basado en el análisis de toxicidad de los productos utilizados en el edificio. Este análisis se realiza en base al estándar de certificación del Cradle to Cradle Certified, evitando sustancias prohibidas por C2C y promoviendo el uso de materiales donde la salud ha sido probada.
Valor residual
El valor residual financiero representa los ingresos que potencialmente podrían generarse mediante la gestión de sus depósitos de forma circular. Es calculado considerando tanto los productos utilizados, como el modo de instalación y su desmontabilidad e incluye el costo de desmontar y los ahorros de la gestión de los residuos.
El hecho de disponer de una firma circular del edificio nos permite administrar los recursos de una manera circular, calcular el valor residual de los componentes del edificio, guiar el activo hacia la neutralidad en carbono y desarrollar una buena calidad del aire interior, influyendo en el bienestar y confort de los usuarios.
Es aquí donde encontramos una de las principales diferencias entre la construcción tradicional, donde se aplica el modelo de economía lineal (extraer, fabricar, usar y tirar), y la construcción circular, donde se aplica el modelo de economía circular. En el modelo de construcción tradicional cuando los edificios se demuelen o reforman, la mayoría de los productos que se extraen terminan convertidos en desechos y trasladados a vertederos. En cambio, la construcción circular hace posible la gestión circular de estos “residuos” (reutilización, reventa, remanufactura…), convirtiéndolos en nutrientes y permitiendo su reincorporación en un nuevo ciclo de uso. De este modo, preservamos su valor, evitamos la extracción de materias primas y conservamos el carbono almacenado en los productos.
Grupo Construcía, Eco Intelligent Growth y Upcyclea se unen para acelerar el despliegue de la construcción circular en Europa
Eco Intelligent Growth, asesor de Circular Real Estate y Cradle to Cradle (C2C), Upyclea, líder en Software de gestión circular de recursos y Grupo Construcía, pionero en construcción circular han decidido combinar sus metodologías y tecnologías para anunciar una oferta conjunta que acelere la construcción circular de edificios saludables y neutros en carbono en Europa.
El sector de la construcción es uno de los que peores datos tiene en términos de huella de carbono, representando un 25% de las emisiones de gases de efecto invernadero. Es el responsable del 60% de los residuos generados a nivel mundial y, solo en Europa, genera más de 850 millones de toneladas métricas de residuos cada año. Es evidente que el cambio es necesario. Para hacer frente a estos datos, la Comisión Europea adotó en marzo de 2020 el nuevo Plan de Acción de Economía Circular. Como dijo Frans Timmermans, vicepresidente ejecutivo del Pacto Verde Europeo: “Para lograr la neutralidad climática en 2050, preservar nuestro entorno natural y fortalecer nuestra competitividad económica, se requiere una economía completamente circular. Hoy en día, nuestra economía sigue siendo en su mayor parte lineal, con solo el 12% de los materiales y recursos secundarios devueltos a la economía”.
Con esta alianza entre Grupo Construcía, EIG y Upcyclea se propone un proceso digitalizado y sin precedentes que servirá para industrializar la deconstrucción, construcción y gestión de edificios circulares neutros en carbono. El objetivo es diseñar edificios cuyos productos puedan ser reutilizados o reciclados en más del 80%, y generar, a nivel de edificio, un valor añadido correspondiente a un mínimo del 10% del costo de adquisición de los productos. Se trata de una fuente de ingresos más que de residuos tanto para los propietarios, como para las empresas inmobiliarias y administraciones públicas.
Edificios circulares neutros en carbono
Desde Grupo Construcía, guiados por EIG, llevamos desde 2013 creando y reformando miles de metros cuadrados siguiendo la filosofía de la construcción circular, con nuestra metodología Lean2Cradle®. Pero queremos que otros se sumen al cambio y ser parte del nuevo paradigma de construcción circular que necesita Europa. Por su parte, Upcyclea ofrece myUpcyclea®, un software basado en tecnología de inteligencia artificial que permite gestionar el eco-diseño y la gestión de edificios saludables y desmontables, sugiriendo ecosistemas regenerativos y calculando indicadores de circularidad. También ofrece un portal de pasaportes digitales compatibles con BIM que facilita la selección de productos circulares.
En referencia a este partnership, Christine Guinebretière, Presidente de Upcyclea, dice: “Cada vez más actores buscan digitalizar sus activos inmobiliarios y diseñar, construir y operar edificios que respeten la salud y el medio ambiente y sean una fuente de ingresos en lugar de desperdicio. Nuestra alianza con EIG y Construcía nos brinda la oportunidad de expandirnos más rápidamente a nivel internacional y responder de manera muy concreta a tales desafíos.”
Ignasi Cubiña, Director de EIG añade: “Estamos encantados de haber entrado en esta alianza tecnológica con Upcyclea porque su propuesta de valor es totalmente complementaria a la de EIG y Construcía. Juntos, ahora podemos apoyar a la industria de la construcción en el diseño de una nueva generación de edificios con impactos positivos en la salud, el medio ambiente y nuestro modelo de negocio.”
Arturo Fernández Vidal, CEO de Construcía, concluye: “Hemos diseñado metodologías, herramientas y métricas que nos están permitiendo diseñar, ejecutar y mantener los edificios como bancos de materiales. Esta asociación con Upcyclea nos permite gestionarlos de esta forma ahora y en el futuro”.
Hasta la fecha, el mercado ofrecía pinturas convencionales, con altas prestaciones, pero poco sostenibles, o bien, pinturas de origen mineral (base cal o silicato) más sostenibles, pero con prestaciones técnicas inferiores. La empresa Titan, líder en su sector, decidió abordar esta situación y se convirtió en el primer fabricante a nivel mundial en lanzar una gama de pinturas biosostenibles “no mineral” . Un producto que garantiza calidad, cubrición y rendimiento, y que a la vez minimiza el impacto en el medio ambiente y mejora la vida de las personas. Estas pinturas son suministradas bajo la marca profesional Titanpro.
Pero ofertar una pintura biosostenible no era suficiente. Era necesario dotarla de mayor rango con un certificado medioambiental. Como la filosofía de la empresa es trabajar bajo criterios de “economía circular”, la certificación más seria y reconocida en este sentido era Cradle to Cradle (C2C).
El proceso de certificación no fue fácil, pues era un objetivo ambicioso. Se trataba de certificar a nivel “GOLD” productos “no minerales” que pudieran dar las máximas prestaciones de una pintura convencional. Esto no se había hecho nunca. Por un lado, era necesario colaborar con proveedores para seleccionar cuidadosamente los materiales e invertir esfuerzos en investigación en los laboratorios de la empresa. Pero, por otro lado, era imprescindible contar también con la asesoría de empresas especialistas en este tipo de certificaciones. En este último aspecto, Titan se alió con dos empresas referentes en C2C: la asesoría innovadora en economía circular Eco Intelligent Growth (EIG) y con la constructora CONSTRUCÍA. La estrecha colaboración permitió a la compañía diseñar y fabricar unas pinturas con más del 65% de los componentes de estos recubrimientos dentro de la categoría MRS (Material Reutilization Score), de acuerdo con los criterios de certificación medioambiental de esta entidad que otorga estos certificados.
Soluciones biostenibles
La gama de pinturas Biosostenibles se recogen bajo la marca TITANPRO, la línea de soluciones profesionales de Industrias Titan. Se compone de la pintura de interiores de alta cubrición (P-80N), un revestimiento para exteriores con Marcado CE para la protección del hormigón (R-90N) y una imprimación con una alta adherencia al soporte y que garantiza la sostenibilidad del sistema de pintado (S-90N). Todas las pinturas se presentan en color blanco y están disponibles en miles de colores, de los que 410 tonos NCS cuentan también con certificado Cradle to Cradle GOLD.
Además, a estas pinturas se le añaden otras propiedades: no contienen compuestos orgánicos volátiles (COVs), ni biocidas, por lo que están indicadas para espacios donde habiten usuarios con sensibilidad alérgica hacia estos compuestos. Las pinturas biosostenibles de Titanpro se aplican fácilmente sobre todo tipo de soportes, no cuartean, tienen una gran lavabilidad y la misma caducidad de una pintura convencional (36 meses) a diferencia de las pinturas minerales, que tienen solo 12 meses. Un detalle más: no solo la pintura y su producción son respetuosos con el medio ambiente, sino que, además, se presentan en un envase negro realizado a base de plástico reciclable.
Obras de referencia de la arquitectura sostenible
Las nuevas pinturas “no minerales” biosostenibles de Titanro cumplen con las necesidades que la nueva arquitectura sostenible requiere para la obtención de las certificaciones ambientales como son LEEDV4, BREEAM o VERDE. Por esta razón, ya se han aplicado en proyectos de reciente finalización como el Bio Edificio Gonsi Sócrates, ubicado en Viladecans (Barcelona) y diseñado por el estudio Pich Architects o en las oficinas co-working del edificio Torre d’Ara en Mataró (Barcelona). Otras oficinas pintadas con las pinturas biosostenibles de TITAN son las de la innovadora empresa de cargadores eléctricos Wallbox emplazadas en la Zona Franca. Construcía fue la encargada de los 3 proyectos, cuyos trabajos se ejecutaron bajo la metodología Lean2Cradle®.
Cradle to Cradle
Cradle to Cradle (C2C) se traduce en respetar un sistema de productos y procesos “de la cuna a la cuna”. Surge en contraposición del ya acuñado “Cradle to the Grave” (“de la cuna a la tumba”) propio de los procesos de producción y consumo que carecen de perspectiva medioambiental. Esta marca de certificación es un concepto desarrollado por los arquitectos William McDonough y Michael Braungart, y evaluado por el Instituto Científico Alemán Agencia de Protección del Medioambiente (EPEA). C2C certifica como ecoeficientes aquellos productos en los que se ha tenido en cuenta no únicamente la función de vida útil del producto, sino también aquello para lo que se destina después de su uso.
Su finalidad es promover un nuevo concepto de industria en la que todo pueda reutilizarse, basado en la economía circular, ya sea porque el producto vuelve a la tierra como nutriente y biológico no tóxico, o porque vuelve a la industria como nutriente técnico que puede ser reciclado una y otra vez. Los productos que consiguen esta certificación demuestran que están fabricados de acuerdo con los valores del Cradle to Cradle:
Ser materiales saludables.
Ser materiales reutilizables.
Estar elaborados con energías renovables.
Contar con un sistema de gestión del agua óptimo.
Estar pensados con la finalidad de conseguir una mayor equidad social.
En los últimos años las políticas europeas en materia de economía circular no cesan de crecer y de adquirir importancia en todo el continente. Sin embargo, lo cierto es que pasar del papel a la acción parece que todavía está resultando complicado para muchos de los estados miembros. Pero, ¿cuáles son realmente los países líderes en economía circular en Europa?
Desde Construcía somos conscientes de la necesidad de aplicar estas políticas y, a pesar de la numerosa legislación existente en materia de sostenibilidad, economía circular o toxicidad de los materiales, creemos que es necesario ir un paso más allá. Nuestros edificios circulares, diseñados y construidos bajo la metodología Lean2Cradle®, no solo cumplen con la normativa vigente, sino que lo hacen con aspectos que pueden ser potenciales normativas en el futuro.
Normativa europea en materia de economía circular
En 2015 la Comisión Europea aprobó un plan de acción para impulsar la transición hacia la economía circular de Europa. Este plan incluía 54 medidas para “cerrar el círculo” del ciclo de vida de los productos y se centraba en 5 sectores principales, entre ellos, la construcción y demolición. En diciembre de 2019 se presentó el Pacto Verde Europeo, una hoja de ruta para transformar la economía europea en una economía moderna, eficiente en el uso de los recursos y competitiva. Dentro del Pacto Verde, en marzo de 2020, se aprobó el nuevo Plan de acción para la economía circular, con medidas para que empresas, autoridades públicas y consumidores adopten un modelo sostenible. Se centra en el diseño y la producción, con el objetivo de asegurar que los recursos permanezcan en la economía durante el mayor tiempo posible.
Más allá de las políticas europeas, en cada país existe una normativa diferente sobre economía circular y encontramos una gran disparidad entre ellos. Hay algunos que ya llevan varios años en el camino hacia la economía circular y otros que, sin embargo, acaban de abandonar la casilla de salida.
Holanda
Holanda es uno de los países referentes en economía circular. El gobierno holandés tiene un proyecto ambicioso con el que busca convertirse en un país basado en la economía circular al 100% para el año 2050. “Una economía circular en los Países Bajos para 2050” recoge las acciones y estrategias a llevar a cabo para gestionar las materias primas, productos y servicios de forma más eficiente.
Dentro de este plan, en 2018 aprobaron una serie de agendas de transición centradas en 5 sectores, entre ellos el de la construcción, que acumula el 50% del consumo de materias primas en el país. Un año más tarde se traducían estas acciones en un conjunto de proyectos determinados para llevar a cabo entre 2019 y 2023. Entre los proyectos propuestos se incluye que todos los edificios gubernamentales construidos desde entonces deben de ser de cero emisiones y que se deben utilizar tantos materiales y recursos reciclados como sea posible en la construcción.
Para el año 2030 se espera reducir en un 50% el uso de recursos. 20 años más tarde, para 2050, poder contar con una economía 100% circular y libre de residuos. A pesar de que cada vez gana más protagonismo la economía circular en los Países Bajos, lo cierto es que la implementación a nivel nacional no es tan alta como debería. A nivel local, si que se han producido mayores avances, sobre todo en materia de energía sostenible.
Francia
Francia, nuestro país vecino, dispone de una legislación favorable y un claro discurso en economía circular y ecoinnovación. Varios proyectos como la hoja de ruta para la economía circular (2018) o la Ley de Transición Energética para el Crecimiento Verde (2015) han impulsado una economía circular, solidaria y social. La denominada Ley contra el despilfarro por una economía circular, aprobada en febrero de 2020, promueve la gestión y prevención de la producción de residuos, la mejora de la información al consumidor, la lucha contra el despilfarro y la reutilización de los recursos.
Italia
Según el Informe Circular Economy Network 2020, realizado por la Fundación Italiana de Desarrollo Sostenible, junto con COREPLA (Consorcio Nacional para la recogida, reciclaje y recuperación de envases de plástico) Italia se sitúa en las primeras posiciones de Europa en economía circular. La ley de presupuestos para 2020 recoge algunas medidas para cumplir con el Green Deal, estableciendo un fondo de inversión pública para promover proyectos innovadores en sostenibilidad, economía circular, turismo sostenible, descarbonización y mitigación del cambio climático. Italia es además uno de los países con los niveles más altos de la norma EMAS y en etiquetas ecológicas de la Unión Europea.
Hay un claro avance en las políticas y normativa aprobada, pero esto ha demostrado que todavía existen cambios estructurales necesarios para facilitar la transición hacia una economía verde y un uso eficiente de los recursos.
Alemania
Alemania es un claro líder en la gestión de residuos, sin embargo aún le queda un largo recorrido para transformar su economía en un sistema circular de producción y consumo. La Estrategia de Desarrollo Sostenible, el Programa de Eficiencia de Recursos o el Programa Nacional para el Consumo Sostenible son algunas de las políticas aprobadas en el país germano. Pero, a pesar de los buenos resultados en la gestión de residuos, deben desarrollar un marco global que vaya mucho más allá y desarrolle en profundidad la economía circular.
Luxemburgo
Luxemburgo tiene entre sus prioridades la ecoinnovación y la economía circular y las administraciones públicas implementan numerosas medidas para lograr los objetivos en estas materias. Dentro de la denominada “Tercera Revolución Industrial (TIR)” la economía circular se entiende como un eje horizontal dentro de los 6 sectores principales: alimentación, industria, construcción, energía, movilidad y finanzas. Es un país comprometido con la economía circular y, además de las acciones establecidas a nivel nacional, trabajan en estrecha colaboración con los países vecinos.
Bélgica
En Bélgica el término de economía circular tiene una gran presencia en todos los sectores y cuenta con un importante apoyo del gobierno en todas las regiones del país. Entre los sectores más circulares destaca la construcción, uno de los que está haciendo mayores esfuerzos en términos de ecoinnovación. La actuación de los diferentes agentes muestra avances significativos, pero sigue siendo necesaria una implementación mayor de las políticas en el futuro para la integración total de la economía circular en el país.
Portugal
En los últimos años, el gobierno portugués ha ido aprobando numerosos planes de acción que han ayudado al país en su transición hacia la economía circular, como el Plan de Açao para a Economía Circular em Portugal 2017-2020. Como resultado, las empresas, la administración pública y la sociedad en general han incrementado su interés y su concienciación con la gestión de los recursos. Sin embargo, hay que continuar poniendo en marcha instrumentos y herramientas que apoyen la innovación y la economía circular. Es importante ir eliminando las barreras existentes e impulsando la participación de todos los sectores.
España
En nuestro país, los mejores resultados se encuentran en la eficiencia de los recursos. Existen diversas políticas que promueven el desarrollo sostenible, el diseño ecológico, el reciclaje o la construcción sostenible, pero es habitual encontrar numerosas barreras que dificultan el avance hacia la economía circular. La falta de concienciación de la población, las barreras políticas y la falta de inversión pública y privada hacen más lenta la transición de la economía.
El pasado mes de junio (2020) se aprobó la Estrategia Española de Economía Circular: España Circular 2030, que se materializará a través de varios planes de acción trienales. El plan recoge y asienta las bases para el desarrollo de una economía sostenible, descarbonizada y competitiva, siguiendo la línea de las políticas nacionales y europeas. Entre los objetivos, se recoge la reducción en un 30% del consumo nacional de materiales, la reducción de la generación de residuos en un 15% o la reducción de la emisión de gases de efecto invernadero por debajo de los 10 millones de toneladas de CO2.
La economía circular está cada vez más en boga en España, aunque todavía hay muchas medidas que están únicamente sobre el papel. En 2019, la consultora Kaizen Institute elaboró un estudio del que concluyeron que solo el 30% de las empresas están incorporando iniciativas sobre el uso de recursos, energías renovables o ecodiseño. La inversión para esas iniciativas alcanza además el 12% de los recursos destinados a proyectos, inversiones e iniciativas estratégicas.
Un modelo de economía circular implica cambios estructurales en las empresas y muchas de las PYMES españolas no se plantean esta transformación sostenible. Además, desconocen los múltiples beneficios que la economía circular trae consigo, no solo para el medioambiente, sino a nivel económico y social.
Países a la cola en economía circular
En el otro extremo encontramos a Chipre, Malta, Bulgaria o Rumanía, países que se encuentran a la cola en economía circular. A pesar de ello, en los últimos años están ejecutando varios proyectos en el campo de la ecoinnovación, el uso eficiente de los recursos, la eficiencia energética o las fuentes de energía renovable. Resulta necesario fomentar una mayor inversión y establecer políticas reales que contribuyan a avanzar hacia la economía circular.
En conclusión, vemos como la tendencia de la economía europea es dirigirse hacia la economía circular, pero todavía queda un largo camino por andar. Hay diferencias significativas entre los países y sus diferentes legislaciones, así como en la concienciación de la sociedad, las empresas y las administraciones públicas. Si queremos un futuro sostenible, resulta necesario un cambio real en todos los ámbitos, así como la creación de sistemas más robustos que nos guíen de manera real hacia la economía circular.
El papel de Construcía
Las empresas son una parte fundamental para que un país lidere el cambio hacia la economía circular. En Construcía contribuimos con nuestro granito de arena dentro del sector de la construcción, aplicando nuestra metodología Lean2Cradle®. Entendemos los edificios como bancos de materiales y a través del Material Passport los identificamos, cuantificamos y ubicamos en el espacio constructivo para su recuperación al final del ciclo de uso. La construcción circular se basa en la ciclabilidad de los materiales, es decir, en su permanente circulación. De las 47.000 toneladas de materiales utilizados en nuestros edificios circulares, el 89% son considerados nutrientes y solo el 11% serán residuos. En el año 2019 un 20% de nuestra producción se basó en el modelo de economía circular. Poco a poco estamos incrementando este porcentaje, teniendo como objetivo alcanzar el 80% del total en el 2022.
Además, en Grupo Construcía contamos también con la consultora Eco Intelligent Growth, con la que animamos a otras empresas a sumarse al cambio. EIG es una organización acreditada para la evaluación de productos mediante el programa C2C CertifiedTM y ayudan a las empresas a mejorar los productos para hacerlos saludables y perpetuamente ciclables, contribuyendo con un modelo basado en la economía circular.
Si hay algo que caracteriza nuestra metodología Lean2Cradle® es la importancia que damos a la salud de las personas. En cada uno de los proyectos que afrontamos, resulta prioritaria la creación de espacios saludables. Diseñamos y construimos pensando en los usuarios que ocuparán estos espacios, con el fin de generar un impacto positivo.
El diseño y la distribución de los espacios, los materiales utilizados en la construcción del edificio o las condiciones térmicas, acústicas, lumínicas y electromagnéticas son algunos de los elementos que influyen en el nivel de salud de las oficinas.
Al hablar de oficinas saludables no solo nos referimos a aquellos aspectos que afectan a nuestro bienestar físico, sino también a la importancia del bienestar emocional y social. Se busca crear espacios agradables que favorezcan la interrelación de los trabajadores y el trabajo en equipo, disminuyendo así el estrés y mejorando el confort en todos los sentidos.
Metodologías y herramientas para crear oficinas saludables
En Construcía utilizamos metodologías y herramientas que nos permiten gestionar el valor circular de los espacios a través del tiempo.
La aplicación de los principios del Cradle to Cradlegenera valor para la sociedad y el medio ambiente, reflejando los impactos positivos y la reducción de los negativos. Los usuarios de las oficinas obtienen mayores niveles de productividad y confort y un entorno de trabajo más saludable; la sociedad se beneficia con una menor huella de carbono y la eliminación de los residuos a través de la ciclabilidad; y el medio ambiente se beneficia de menores impactos de toxicidad (ecotoxicidad y toxicidad humana).
La herramienta que Construcía ha codesarrollado junto a KPMG, L2C True Value, nos permite conocer y cuantificar ese valor social generado gracias al uso de nuestra metodología L2C.
Desde Construcía llevamos más de 10 años teniendo presente el efecto que producen las oficinas en el bienestar y la productividad de los trabajadores. Pasamos una parte importante del día en nuestro lugar de trabajo, por lo que resulta necesario tomar consciencia de la influencia que este puede tener en nuestro bienestar. Con una oficina saludable se consiguen múltiples beneficios tanto en la salud como en el rendimiento de los trabajadores de una empresa. De hecho, los edificios insalubres pueden llegar a desembocar incluso en una afección médica conocida como el síndrome del edificio enfermo.
7 claves para crear una oficina saludable
Materiales saludables
Este es uno de los aspectos fundamentales para conseguir una oficina saludable. Los materiales de construcción a menudo contienen sustancias tóxicas que pueden ser nocivas para la salud. Con la metodología Lean2Cradle® aplicamos los principios del Cradle to Cradle, donde se requiere que los materiales y productos utilizados estén libres de toxicidad. Para ello es necesario medir la composición química de todos sus componentes a un nivel molecular de 100 ppm. Además, al utilizar estos materiales, estamos optimizando su vida útil, ya que son materiales ciclables, lo que nos garantiza que pueden reutilizarse de forma segura. El uso de materiales C2C Certified™ reduce considerablemente los impactos de la cadena de valor en comparación con los materiales normales.
Flexibilidad
Es importante contar con espacios de trabajo y soluciones flexibles que permitan adaptarse a cada una de las necesidades que puedan surgir. Incluir áreas de trabajo en abierto facilita la comunicación y la transmisión de conocimiento. Pero también es importante contar con salas de diversos tamaños y características para aquellos trabajos que requieran mayor privacidad o concentración. Una combinación ideal incluiría, por ejemplo, zona de espacio abierto, despachos privados, salas de reuniones y salas de formación. También es recomendable añadir áreas de descanso para romper la rutina y fomentar el sentimiento de pertenencia a un equipo.
Luz
Favorecer la luz natural en todo el espacio y su acceso a los puestos de trabajo contribuye a crear una oficina saludable. Pese a ello, siempre es necesario contar con algo de luz artificial, pero es recomendable que esta pueda regularse en función de los ritmos circadianos (cómo afecta el ciclo solar a las personas).
Acústica
El diseño y la distribución de la oficina pueden ayudar a reducir el ruido que se produce en la misma. Contar con un buen sistema de aislamiento acústico tanto en techos, como en paredes y suelos, favorece el bienestar de los trabajadores y su concentración, incrementando así la productividad. Algunos elementos como las mamparas con doble cristal o las moquetas que amortiguan el ruido mejoran notablemente la calidad acústica de las oficinas.
Aire/ventilación
Para crear una oficina saludable hay que poner especial atención al diseño de las renovaciones de aire y utilizar materiales que reduzcan el impacto de partículas volátiles tóxicas, como los materiales Cradle to Cradle que integramos en la metodología Lean2Cradle®.
Biofilia
La conexión con la naturaleza se utiliza en las oficinas para promover el bienestar, la salud, la creatividad y el confort emocional. La naturaleza tiene un gran poder de influencia positivo en los usuarios de los espacios. Algunos ejemplos de la incorporación de la biofilia son las áreas de trabajo junto a ventanas con vistas a la naturaleza, las plantas, flores o jardines verticales, el uso de materiales naturales, el mobiliario con formas orgánicas…
Diseño activo
La distribución del espacio es algo fundamental para mejorar la productividad. Un diseño que favorezca el movimiento físico de los usuarios evita el sedentarismo y mejora la comunicación entre los equipos.
Oficinas saludables con la metodología Lean2Cradle®
La metodología Lean2Cradle® ha sido creada para la construcción de espacios circulares. Los beneficios de la circularidad van desde la mejora de la salud de las personas, hasta el incremento de la productividad, pasando por la protección de los recursos naturales, el valor residual y la reducción de costes operativos y de riesgos regulatorios y reputacionales.
Lean2Cradle® es la combinación de aplicar los principios del Cradle to Cradle y el Lean Construction, bajo el marco de la economía circular. Esta metodología nos permite diseñar espacios y medir el impacto que estos tienen sobre las personas.
McKinsey calculó que la aplicación de LEAN Construction puede ofrecer reducciones de 10 a 30% en el tiempo de finalización esperado y ahorros de costes de 10 a 25%, mejorando el valor actual neto (VAN) del proyecto de 5 a 10%.
Algunos ejemplos de oficinas saludables en los que hemos llevado a cabo la metodología Lean2Cradle® son las de Haya Real Estate, el espacio de coworking Torre D’Ara o las propias oficinas del Grupo Construcía, tanto de Madrid como de Barcelona. En todos estos proyectos se ha conseguido un índice de salud del espacio por encima de los 65 puntos (sobre 100) mientras que en construcciones convencionales no se superan los 10 puntos.
El mundo necesita espacios que mejoren la salud de las personas y el entorno. El sector de la construcción tiene el papel de avanzar hacia un modelo más saludable que genere un impacto positivo, tanto a nivel individual como a nivel económico y social. Ese modelo es el de la construcción circular.
Gracias a la aplicación de la metodología Lean2Cradle®, desde Construcía conseguimos impactar en 9 de los 17 Objetivos de Desarrollo Sostenible, impulsados por Naciones Unidas. Nuestro posicionamiento y nuestra forma de trabajar generan un impacto positivoen la salud de las personas, la economía y la sociedad. Somos conscientes de la importancia que tienen los ODS y sus metas para lograr un futuro sostenible y enfocamos nuestras acciones a cumplirlos.
Las empresas son consideradas agentes clave para alcanzar estos 17 ODS y sus metas. Hoy en día resulta imprescindible la colaboración de las entidades privadas para materializar las acciones y los fines descritos en ellos. La actualidad de los últimos meses ha venido marcada por la aprobación de pactos y estrategias donde el desarrollo sostenible, la economía circular y la protección del medioambiente ocupan un papel fundamental. En Construcía tenemos claro que es necesaria una transformación hacia un modelo que genere un impacto positivo y hemos realizado un análisis que nos permite conocer cómo contribuimos a la consecución de los ODS con la construcción de nuestros edificios.
¿En qué medida contribuimos a los ODS desde Construcía?
SALUD DE LAS PERSONAS
El ODS 3, enfocado en la salud de las personas y el bienestar, es nuestro punto de partida. La meta 3.9 recoge que para 2030 se espera reducir sustancialmente el número de muertes y enfermedades derivadas de productos químicos peligrosos, así como la contaminación del aire, el agua y el suelo. Desde Construcía creamos espacios saludables, eliminando la toxicidad de los productos que utilizamos en nuestros edificios, con la selección de materiales libres de tóxicos, como los certificados Cradle to cradle.
La meta 8.8 (ODS 8) habla de la protección de los derechos de los trabajadores, promoviendo un entorno de trabajo seguro y sin riesgos y la 11.6 (ODS 11) recoge la necesidad de reducir el impacto ambiental negativo per cápita de las ciudades, prestando especial anterior a la calidad del aire y la gestión de desechos. Gracias a la aplicación de la metodología Lean2Cradle® Construcía conseguimos mejorar la calidad de los espacios construidos y alcanzar el confort lumínico, térmico, acústico y electromagnético, mejorando así el bienestar emocional y la productividad de los ocupantes de los edificios.
ECONOMÍA
El ODS 8 y, más concretamente 2 de sus metas (8.2 y 8.4), son las que están más relacionadas con nuestra generación de impacto positivo y valor desde un punto de vista económico. Su fin es lograr niveles más elevados de productividad económica a través de la innovación y mejorar la producción y el consumo eficientes de los recursos mundiales, desvinculando el crecimiento económico de la degradación medioambiental.
Ese impacto positivo lo conseguimos con nuestra metodología Lean2Cradle®, que aplica los principios del Lean Construction y el Cradle to Cradle. Gracias al Lean Construction se optimizan los procesos constructivos con la máxima eficiencia, minimizando los problemas típicos de la gestión tradicional, como los sobrecostes o las entregas fuera de plazo. Por otro lado, los principios del Cradle to Cradle recogen que el residuo de un sistema se convierte en nutriente para otro, por lo que nada se desperdicia. El resultado de la combinación de ambos y su aplicación a la economía circular, es la reducción de los costes en el ciclo de vida del edificio, el incremento de los ingresos, la rentabilidad y la productividad y la reducción de los riesgos regulatorios.
SOCIEDAD
Es en el impacto positivo que generamos en la sociedad donde entran en juego el mayor número de ODS.
El ODS 6 nos habla de la disponibilidad y la gestión del agua. Los principios Cradle to Cradle que aplicamos con nuestra metodología Lean2Cradle® promueven una gestión eficiente del agua, mediante el uso de estrategias innovadoras. Por otro lado, al eliminar la toxicidad de los productos y los residuos, se reduce la contaminación y contribuimos a proteger los recursos naturales.
El ODS 9 busca construir infraestructuras resilientes, promover la industrialización inclusiva y sostenible y fomentar la innovación, utilizando los recursos con la mayor eficiencia. El ODS 15, muy relacionado con el 9, promueve una gestión sostenible de los bosques y tiene como fin detener la pérdida de la biodiversidad. En Construcía diseñamos y construimos espacios desde la perspectiva de la economía circular. Utilizamos materiales ciclables y creamos edificios pensados para que sean totalmente flexibles, reconfigurables y desmontables en un futuro, aprovechando así los materiales instalados. Incorporamos materiales saludables, pensados para ser reutilizados y soluciones constructivas reversibles. Además, creamos un documento que recoge toda esta información para que esté disponible en un futuro y esta recuperación sea una realidad (Material Passport).
Del mismo modo que el cumplimiento del ODS 11 ayuda a generar un impacto positivo en la salud de las personas, lo hace también con la sociedad. Con los edificios creados bajo la metodología Lean2Cradle® se consiguen ciudades resilientes y sostenibles.
La eliminación del concepto de residuo está muy relacionada con el ODS 12, donde se promueven modalidades de consumo y producción sostenibles y un uso eficiente de los recursos naturales. La trazabilidad de las materias primas y los productos nos permite contribuir a la protección de estos recursos. Sabiendo de dónde vienen podemos categorizarlos y establecer protocolos para que sean reconvertidos o reutilizados de la mejor manera posible en el futuro, sin que pierdan valor.
Nuestros edificios contribuyen también a la mitigación del cambio climático, recogido en el ODS 13, gracias al uso de energías renovables y a la reducción en ecotoxicidad y en emisiones de CO2. Del mismo modo, se contribuye con el ODS 14, que busca la conservación de los océanos y mares, reduciendo la contaminación marina producida por actividades realizadas en tierra, como la construcción, una de la que más residuos genera en la Unión Europea.
Desde Construcía creemos necesaria una gestión que vaya de la mano de los Objetivos de Desarrollo Sostenible y con el diseño y la creación de nuestros edificios bajo la metodología Lean2Cradle® formamos parte de esta necesaria transformación. Apostamos por influir positivamente en las personas, la economía y la sociedad y creamos espacios con valor presente y futuro.
Construcía y la Estrategia Española de Economía Circular
En las últimas semanas la actualidad ha estado muy marcada por las políticas que giran en torno al medio ambiente y la preservación de los recursos naturales. Con la aprobación de la Estrategia Española de Economía Circular: España Circular 2030, el Anteproyecto de Ley de Residuos y Suelos Contaminados y el Real Decreto de trazabilidad y traslados de residuos, se aprecia la tendencia, más que necesaria, hacia un cambio de modelo más sostenible y beneficioso para las personas y el entorno. Estos tres son elementos que el Gobierno quiere usar como palanca para la recuperación económica tras la crisis del Covid-19.
Las cifras de población estimadas para 2050 señalan que harían falta 3 planetas Tierra para proporcionar los recursos naturales necesarios que mantengan los modos de vida actuales. Con los datos sobre la mesa resulta imprescindible un cambio en el modelo económico: es hora de pasar de un modelo lineal a un modelo circular. En la economía circular el valor de los recursos y productos se optimiza, reduciendo al mínimo la generación de residuos y generando un impacto positivo en la salud de las personas, la economía y el medioambiente.
El sector de la construcción está en el centro de mira de muchas de las acciones recogidas en “España Circular 2030” ya que es la causante de la generación de entre un 25 y un 30% de los residuos de la Unión Europea y continúa representando una parte importante del PIB de nuestro país.
Como parte del sector y siendo conscientes de esta necesaria transformación, en Construcía llevamos mucho tiempo aplicando los principios de la economía circular a los proyectos que ejecutamos. La mejor manera de reactivar el sector de la construcción es desarrollando proyectos que, más allá de cumplir con los estándares actuales en materia de sostenibilidad, se planteen pensando en el futuro. Los edificios de hoy los construimos pensando en el mañana. Son edificios flexibles que se diseñan planificando los posibles usos que tendrán los materiales y productos instalados, una vez que termine la vida útil del edificio. De este modo se cumple con el principio de ciclabilidad de la economía circular, donde el residuo de un sistema se convierte en nutriente para otro y se crea un círculo en el que acaban desapareciendo los residuos.
Construcción circular con impacto positivo
Partimos de la base de que lo importante no es construir espacios menos malos, sino conseguir que estos produzcan un impacto positivo tanto en las personas, como en la economía, la sociedad y el medio ambiente. Una de las acciones propuestas en la Estrategia Española de Economía Circular es la reducción en un 30% del consumo nacional de materiales y la reducción de un 15% en la generación de residuos, con respecto a 2010. Gracias a la aplicación de la economía circular y de nuestra metodología Lean2Cradle® Construcía estas cifras son alcanzables e incluso fácilmente superables. Tenemos en cuenta el diseño, la ciclabilidad y la trazabilidad de las materias primas para eliminar residuos, generar beneficios económicos, ecológicos y sociales, poner en valor materiales y recursos, mitigar el cambio climático y generar impactos positivos en la sociedad.
Un ejemplo de edificio saludable, construido bajo los principios de la economía circular, es el Edificio Sócrates, donde el 93% de los materiales instalados cuentan con la certificación Cradle to Cradle. Esto implica que están libres de tóxicos y son saludables, teniendo definida, desde el momento del diseño del edificio, una vía de ciclabilidad.
La Estrategia Española de Economía Circular (EEEC) se alinea con los objetivos de los dos planes de acción de economía circular de la Unión Europea, “Cerrar el círculo: un plan de acción de la UE para la economía circular” de 2015 y “Un nuevo Plan de Acción de Economía Circular para una Europa más limpia y competitiva” de 2020, además de con el Pacto Verde Europeo y la Agenda 2030 para el desarrollo sostenible. Medidas que nos hacen cada vez más conscientes de la necesidad de un camino hacia la economía circular.