El diseño Biofílico busca nuestra conexión con la naturaleza. Diseñamos con elementos que nos evoquen lo natural, generando un sentimiento inconsciente de bienestar.
Sigue tres principios básicos:
Tanto de manera visual como no visual. Este aspecto apela a los sentidos de las personas que están en el espacio. Desde los olores, el sonido, la calidad del aire, el confort acústico hasta la sensación térmica con respecto a la del entorno natural. Un buen ejemplo de esto a nivel visual pueden ser las moquetas que imitan superficies naturales como la hierba o la piedra.
En construcción el diseño biofílico se asemeja a las formas naturales, los materiales y los colores. La utilización de maderas, la reducción de esquinas y cortes bruscos en el espacio hacia formas mas redondeadas es una de las características que pretende jugar con el ambiente a la vez que incorpora plantas y otros elementos.
Integrar en el diseño elementos vegetales y naturales. Espacios en los que las personas quieren ir a trabajar. Zonas que incrementen la creatividad, estancias abiertas y con vistas a la naturaleza, tanto en el interior como hacia el exterior. Se mezcla de luz natural y artificial, zonas libres de ruidos en los que reflexionar y relajarse.
Este innovador tipo de diseño es algo a lo que muchas empresas renuncian por desconocimiento o motivos económicos, pero es precisamente el retorno positivo de estos espacios una de las ventajas para apostar por él.
El diseño biofílico aumenta hasta en un 8% la productividad, un 13% el bienestar y reduce el absentismo laboral en las oficinas. En el caso de los espacios de retail, aumenta hasta en un 12% la disposición a pagar más de los clientes gracias a la experiencia generada por un espacio biofílico. Este tipo de diseño es otro elemento perteneciente a la economía circular sobre la que basa su actividad el Grupo Construcía. Nuestras oficinas son el vivo ejemplo de nuestra filosofía de trabajo.